Si estás harta de meterte en el Instagram de tu «amigo» el que se pasa la vida en el gimnasio y comprobar que sólo sube fotos con sus otros amigos los que se pasan la vida en el gimnasio y nunca una con seres humanos normales de esos que comen algo más que agua y aire; espérate a que te hablemos de esta app… Porque te vas a cabrear.
Hanky es otro Grindr. Sí, otro. Porque aún no hay suficientes. Lo que hace que Hanky sea diferente es que sólo puedes acceder si un amigo te invita o si (atención) otros usuarios te permiten acceder. Es decir: la única forma de poder tener un perfil en Hanky es que tres usuarios ya aceptados decidan que eres «follable» «apto».
Los creadores de la app, que no tienen abuela, dicen que su intención es mantener alejados a los «raritos, los que malgastan tu tiempo y los perfiles falsos«; además reconocen que nunca llegarán a tener el número de usuarios de otras apps similares (se rechaza a 8 de cada 10 aplicantes) pero los suyos serán «más sexys«:
Elegimos la calidad sobre la cantidad. Los números grandes son bonitos, pero ninguno de nuestros competidores ha conseguido la experiencia correcta; algo que nosotros nunca comprometeremos. Nuestros usuarios son más majos y más sexys.«
Hay que reconocer que imaginación no les falta y han conseguido justificar un simple «no queremos gente fea» (para ellos, claro, porque ellos deciden quién es guapo y quién no) a base de vender la idea de que la app utiliza ese proceso de verificación por otros como respuesta a la preocupación de los usuarios a encontrarse con un troll, con un acosador, con un perfil falso o que publica capturas de las conversaciones en Twitter.
¡Hola, Grindr Sorpresa!
Vamos a decirlo: ES UNA GILIPOLLEZ. El perfil falso te lo puedes crear igual y todo esto no es más que la última excusa para meterse con los feos y los gordos y los que tienen pluma y los que bla, bla, bla…
Luego nos quejamos de que los niños sean crueles en los institutos.
Qué cruz, maricones. Qué cruz.
Fuente | Pinknews